Exprésate

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niña enojada

Los recuerdos traumáticos a menudo se almacenan en sentimientos, imágenes y otros sentidos, no en las palabras. Puede ser difícil para los niños que sufren los efectos del trauma encontrar las palabras correctas para explicar cómo se sienten interiormente. Cuanto más jóvenes, más difícil es expresarse con palabras. Pero hay muchas maneras en que los niños pueden expresar sentimientos sin usar el lenguaje.

Los niños que aún no pueden hablar podrían necesitar una progresión de varias estrategias a medida que avanzan a formas más sofisticadas de autoexpresión. (Los niños podrían ser muy pequeños para disponer del vocabulario necesario para darle salida a sus sentimientos, o podrían haber sufrido experiencias traumáticas que les impide hacerlo).

Vean este video donde Sofía ayuda a Rosita a liberar su enojo. Pida a las familias que identifiquen cómo Sofía ayuda a Rosita a expresar sus sentimientos. Pregunte: “¿Qué más podría hacer Rosita para liberar sus sentimientos fuertes?”.

Después, hable con los padres sobre cómo Sofía ayudó a Rosita. “¿Qué palabras usó Sofía?”. “¿Qué decía con su lenguaje corporal?”. Sofía:

Nota y reconoce los sentimientos de Rosita y le asegura que eso es normal.
Le recuerda que es importante expresar sus sentimientos.
Le recuerda que nunca debe golpear a las personas.
La anima a expresar toda la fuerza de su enojo (asegurándole a Rosita que como persona adulta, ella puede manejar el enojo).
Sugiere otras maneras de expresar otros fuertes sentimientos.
Proporciona un regazo amoroso cuando Rosita se ha calmado.

Explique a los adultos que la autoexpresión con música, teatro, movimiento físico y artes visuales puede ser una herramienta poderosa en el proceso de recuperación emocional. Generen ideas sobre razones de por qué la expresión creativa podría ayudar, y anótenlas en una hoja grande de papel. Cuando usted trabaja con niños puede simplemente decir: “A veces no tenemos las palabras para decir cómo nos sentimos, pero podemos encontrar otra forma para ayudarnos a entender nuestros sentimientos y expresarlos. Eso ayuda a que nuestros cuerpos y nuestras mentes se relajen. Después podemos empezar a usar las palabras».